El equipo de trabajo de la Pastoral Social de la Diócesis de Palmira y el Hogar de Paso ‘Papa Francisco’, este 26 de abril afianzó sus conocimientos sobre Violencias Basadas en Género (VBG), especialmente enfocadas en situaciones de acompañamiento o labores humanitarias.

 

Heartland Alliance International (HAI) fue la encargada de aportar en la consolidación de estos conocimientos, brindado la capacitación en ‘Política de Abuso Sexual, Acoso y Explotación (PEAS) para oficiales de terrenos y trabajadores humanitarios’, de la cual surgieron aprendizajes para beneficio y el cuidado de comunidades vulnerables.

 

“Este entrenamiento es un espacio de sensibilización para que los actores humanitarios o las organizaciones que trabajan dentro del sistema humanitario comprendan la importancia de la prevención del acoso, el abuso y la explotación sexual”, expresó Diana Palma, oficial senior de programas de inclusión de HAI en Colombia.


Diana Palma de Heartland Alliance International

La Pastoral Social es una organización que actualmente adelanta programas de la ONU para atención a población migrante, implementando el Programa Mundial de Alimentos (PMA) y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) contribuye a la labor humanitaria en el departamento del Valle del Cauca, por ello este tipo de procesos formativos son de carácter esencial para su quehacer.

 

“La importancia principal es que estamos viendo que en Colombia se están configurando varios factores de riesgo para la explotación y el abuso sexual de personas por parte de diferentes actores en la sociedad. Y es muy importante que las organizaciones tengamos mecanismos, políticas y estrategias de prevención de estas vulneraciones y de violaciones de los Derechos Humanos”, explicó la oficial senior de HAI.

 

Las experiencias compartidas y el intercambio de saberes en temas de manejo de situaciones en contextos del conflicto armado y migración masiva de personas fueron fundamentales durante la capacitación, dejando un balance más que positivo al final de la jornada.


“Yo valoro mucho el trabajo conjunto y creo que nosotros como organizaciones internacionales tenemos mucho que aprender y mucho también qué enseñar a las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) que son quienes tradicionalmente han respondido de una manera muy cercana, y en el territorio, a las necesidades de su propia comunidad. Entonces para mí siempre es un placer conectar con personas y con equipos que quieren aprender, que quieren enseñar, que son sensibles y que están comprometidos con hacer las cosas bien”, concluyó Diana Palma. 

Oficina de Prensa Pastoral Social Palmira

Este mes el Secretariado de Pastoral Social de la Diócesis de Palmira recibió la visita del Servicio Jesuita a Refugiados (JRS) en nuestra sede. El motivo de su llegada fue adelantar el taller teórico-práctico sobre el nuevo Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos, cuya implementación iniciará el 5 de mayo de 2021.

 

El taller estuvo dirigido a integrantes de la Pastoral Social, socio implementador del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU, y el Hogar de Paso ‘Papa Francisco’ que funciona con apoyo de la Organización Mundial para las Migraciones (OIM).

 

“Nosotros venimos trabajando con el Hogar de Paso ya hace más o menos seis meses, apoyando los casos que estamos recibiendo de población migrante y haciendo acompañamiento con ayudas humanitarias. Pero nos hemos querido también articular a la capacitación de ese potencial humano que hay en el Hogar de Paso y la Pastoral Social”, indicó Diana Moreno, asesora de acción humanitaria del Servicio Jesuita a Refugiados.

 

El Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos es de suma importancia, puesto que permitirá a esta población vulnerable acceder a servicios como salud, educación, financieros, y del mismo modo acceder a un empleo en condiciones laborales reglamentadas por la legislación colombiana.

 

Con este estatuto la población venezolana que se encuentra de forma irregular en el país, o que debe tramitar periódicamente la obtención de permisos temporales de permanencia, ahora podrá regularizar su condición por 10 años. Sin embargo, quienes después del 31 de enero de 2021 hayan llegado a Colombia por un paso fronterizo irregular, no oficial, no podrán hacerlo.

 

“Las personas que no logren entrar al estatuto van a quedar por fuera sin poder escolarizar a sus hijos, no van a tener atención en salud, y no tenemos conocimiento qué va a pasar con estas personas porque el Estado ya ha dicho que no va a habilitar otro tipo de permisos, bajo el argumento que ya este estatuto es lo suficientemente grande para cobijar a todas las personas,” advierte la asesora del JRS.


Para acceder al estatuto, el primer paso es inscribirse en el Registro Único de Migrantes Venezolanos (RUMV) de forma virtual, que se habilitará a partir del 5 de mayo. Posteriormente de forma presencial se deberá acudir a uno de los puntos habilitados por Migración Colombia donde se adelantará un proceso de identificación biométrica. Para Diana Moreno, la logística para adelantar este trabajo debe sortear algunas dificultades:

 

“Dificultades que hemos encontrado: la toma de registro presencial y datos biométricos; por ejemplo, van a ver solo 6 puntos en el Valle de Cauca, y tenemos otros departamentos que ni siquiera van a habilitar un solo punto. Entonces las personas van a tener que migrar hacia los departamentos que tengan habilitados estos puntos de toma de registro presenciales, lo cual es una logística bastante grande y un esfuerzo por parte de las personas”.

 

Con el apoyo del Servicio Jesuita a Refugiados, y la alianza estratégica tejida entre esta organización y la Pastoral Social de la Diócesis de Palmira, se continúa fortaleciendo el trabajo en todos los niveles, el de formación es uno de ellos. De esta manera, la Pastoral Social consolida su labor social en favor de las comunidades que lo necesitan, y optimiza el acompañamiento a población vulnerable, tal es el caso de la población migrante que requiere un enfoque integral.

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El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU funciona en siete municipios del Valle del Cauca. Esto es posible gracias a que el Secretariado de Pastoral Social de la Diócesis de Palmira, actualmente, es socio implementador de este programa.

 

Palmira, Buga, Tuluá, Cartago, El Dovio, Zarzal y Caicedonia son los municipios que se benefician de las ayudas entregadas por el PMA, las cuales se adjudican a personas en situación de vulnerabilidad, como lo son población migrante y refugiada, así como personas de Colombia cuyos casos así lo requieran.

 

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En total son tres las ayudas que recibe cada persona, cuya distribución se da en un tiempo máximo de tres meses. A la fecha, en el departamento del Valle del Cauca, son más de 13 mil personas quienes han recibido este beneficio.

 

“Las ayudas constan de tres entregas, pueden realizarse en dos meses (una entrega doble y una normal), o pueden ser las tres entregas divididas una por mes. Desde mayo de 2020, actualmente nosotros llevamos más de 13 mil personas beneficiadas a través del Programa Mundial de Alimentos”, afirma Sofía Pérez, coordinadora de la Pastoral Social para el tema del PMA.

 

El mecanismo para acceder a las ayudas consta de tres pasos. El primero, es realizar un registro a través de una encuesta vía telefónica que permite estudiar cada caso; si la persona es elegida como beneficiaria del PMA, luego sigue un segundo momento donde se realiza una caracterización y verificación del núcleo familiar; y, por último, finalmente se procede a la entrega de las ayudas.

 

“El primer paso es hacer una identificación de la población que necesita o solicita el apoyo. Nosotros hacemos una encuesta a través de una herramienta que se llama ‘Focalización’, esta herramienta nos la brinda el PMA. Nosotros ingresamos a las familias allí. Enviamos estos datos y ellos hacen una verificación. Luego nos devuelven esos datos con toda la información del núcleo familiar, y procedemos a la activación de los bonos. Es la herramienta del PMA quien elige a los beneficiarios”, explica la coordinadora del programa.

 

El trabajo de registro y caracterización también ha permitido conocer de manera integral los problemas que padece la población migrante, refugiada y la población colombiana, acercando a los trabajadores y trabajadoras de la Pastoral Social de manera humana y solidaria.

 

“Todo proceso del PMA nos hace abrir la puerta de gestión de casos de forma integral, porque no solamente damos una ayuda, hacemos una atención humanitaria, sino que hay muchas otras problemáticas que podemos censar a través del Programa Mundial de Alimentos, como el de salud, educación, casos que requieren atención psicosocial, por ejemplo. Entonces escuchar a una familia en una situación compleja, conocer humanamente por lo que están pasando, ya es como parte de nuestro trabajo”, concluye Sofía Pérez.

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La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU, acompaña y apoya el trabajo del Hogar de Paso “Papa Francisco” de la Diócesis de Palmira, en desarrollo de las actividades que desempeña en favor de la población migrante de este municipio.

 

El Hogar es dirigido por el Secretariado de Pastoral Social de Palmira, y parte del apoyo que recibe de la OIM está enfocado al área de salud, para lo cual destaca a algunos especialistas que brindan acompañamiento en sus instalaciones.

 

“En el Hogar de Paso nosotros representamos a la OIM Salud. Desde que el Hogar de Paso inició, ayudamos y apoyamos todos los protocolos de bioseguridad para poder que hicieran la apertura. De igual modo hacemos también charlas y talleres con los beneficiarios, sobre todo en prevención del Covid-19 y otros temas de salud”, explica Maira Alejandra Patiño, Gestora Comunitaria de la OIM.


OIM explica protocolos de bioseguridad

Uno de los temas que más capta la atención de la OIM Salud, debido a la situación que vive el planeta, es evitar que en el Hogar de Paso se presente una crisis por contagios de Covid-19.

 

“La importancia de esta labor, en momentos de pandemia es muchísima. Hemos tenido en los últimos tiempos personas que se confían un poco. Y aquí en el Hogar, como están encerraditos, pues piensan que no les va a dar. Y acá hay un riesgo de contagio mucho mayor porque la gente está entrando y saliendo. Entones la idea es como prevenir y educar, y ser muy reiterativos sobre la importancia del uso del tapabocas, el lavado de manos, y el distanciamiento físico para prevenir en el Hogar de Paso algún tipo de contagio”, indica la Gestora Comunitaria de OIM.

 

Son distintas las actividades en que la OIM presta asesoría y acompañamiento en el tema de salud para el Hogar de Paso. Su gestión y apoyo saltan a la vista, en tanto que el Hogar no ha sufrido ningún cierre por complicaciones de contagio producto del Covid-19, asegurando a la población migrante un sitio seguro y de acogida solidaria. 

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Actualmente el Secretariado de Pastoral Social de la Diócesis de Palmira, es socio implementador del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU. En cabeza de su director, el Padre Arturo Arrieta, el PMA brinda apoyo humanitario a población migrante y población colombiana en situación de vulnerabilidad que también lo requiere.

 

“El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas vela por la seguridad alimentaria de la población vulnerable, incluyendo población migrante, colombianos retornados y comunidad de acogida”, nos dice Sofía Pérez, coordinadora de la Pastoral Social para el tema del PMA.

 

La priorización de ayudas a población migrante por parte del PMA de la ONU, se dio por el alto flujo migratorio que vive el país, algo que requería atención inmediata. Sin embargo, esto no excluye que las ayudas también sean entregadas a población de Colombia que también se encuentra en condición de vulnerabilidad.

 

“La población migrante cada día aumenta más, como lo vemos en nuestras oficinas donde miles de familias vienen a pedir el apoyo. Lo bueno es que este programa no solo atiende a Palmira, sino a otros municipios como Buga, Tuluá, Cartago, El Dovio, Zarzal y Caicedonia”, indica la joven coordinadora.

 

En total son siete municipios los que atiende el PMA a través de la Pastoral Social, una gestión que inició en 2019 y que finalmente se materializó en mayo de 2020.

 

“La gestión hay que aplaudírsela al Padre Arturo Arrieta, director de la Pastoral Social, porque la verdad ha hecho una gestión grandísima, enorme. Desde el 2019 ya había un contacto con el Programa Mundial de Alimentos, pero no éramos socios implementadores. Y cuando surge el tema de la pandemia, ellos nos ofrecen poder apoyar a la población vulnerable, la población migrante, a través de la Pastoral Social. Ahí es cuando nos convertimos en socios implementadores. Somos quienes representa al PMA en estos municipios”, comenta Sofía Pérez.

 

La Pastoral Social, como Iglesia diocesana, y como recuerda el Papa Francisco en su mensaje de 2020 en la Jornada Mundial de Alimentación, entiende que “el hambre no es sólo una tragedia sino una vergüenza”.

 

Del mismo, nos dice el Papa que, en su mayor parte, el hambre “está causada por una distribución desigual de los frutos de la tierra, a lo que se añade la falta de inversiones en el sector agrícola, las consecuencias del cambio climático y el aumento de los conflictos en distintas zonas del planeta. Por otra parte, se desechan toneladas de alimentos”.

 

“Ante esta realidad, -concluye el Papa-, no podemos permanecer insensibles o quedar paralizados. Todos somos responsables”.

 

La Pastoral Social de Palmira, el ser socio implementador del PMA en estos territorios del departamento del Valle, le ha permitido adquirir las herramientas necesarias para asumir esta responsabilidad a que nos llama el Papa Francisco, porque frente al hambre, como nos lo recuerda, en la búsqueda de soluciones todos y todas “somos responsables”.

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En Palmira, ubicado en la carrera 23 No. 29-33, se encuentra el Hogar de Paso “Papa Francisco” de la Diócesis de este municipio. Uno de los objetivos del Hogar, entre otros, es atender a población migrante que reside o transita por esta ciudad. Su dirección se encuentra a cargo de del Secretariado de Pastoral Social de la Diócesis de Palmira. Y para cumplir a cabalidad esta misión, cuenta con apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU.

 

“El Hogar de Paso es un espacio donde se le presta servicio de alojamiento y alimentación de forma temporal a población migrante. También se les presta apoyo en temas de atención psicosocial, en educación, todo con él ánimo de brindarles un tipo de acompañamiento que les permita seguir su camino, para quienes están de paso, o lograr unas mejores condiciones de vida para quienes deciden establecerse, como lo es, por ejemplo, conseguir un empleo”, explica Carmenza Cuenca, coordinadora del Hogar de Paso.

 

La población migrante además enfrenta problemas de discriminación y estigmatización. En ocasiones, cuando la sociedad ve a personas migrantes y refugiadas, les cataloga como “delincuentes”, “parásitos”, “ilegales”, “terroristas”, “ignorantes”… Ante esta situación la comunidad cristiana tiene como respuesta los principios de la Iglesia que encabeza el Papa Francisco. Entre esos principios encontramos cuatro que son indispensables:

 

Acoger: “Acoger significa, ante todo, ampliar las posibilidades para que los emigrantes y refugiados puedan entrar de modo seguro”.

 

Proteger: “Proteger se conjuga en toda una serie de acciones en defensa de los derechos y de la dignidad de los emigrantes y refugiados, independientemente de su estatus migratorio".

 

Promover: “Promover quiere decir esencialmente trabajar con el fin de que a todos los emigrantes y refugiados, así como a las comunidades que los acogen, se les dé la posibilidad de realizarse como personas en todas las dimensiones que componen la humanidad querida por el Creador”.

 

Integrar: “Integrar en el plano de las oportunidades de enriquecimiento intercultural generadas por la presencia de los emigrantes y refugiados. La integración no es una “asimilación que induce a suprimir o a olvidar la propia identidad cultural”. El contacto con el otro lleva a descubrir su “secreto” a abrirse a él para aceptar sus aspectos válidos y contribuir así a un conocimiento mayor de cada uno".


Hogar de Paso "Papa Francisco"

Como puede observarse la labor es ardua. Y continuar este trabajo sería imposible si no fuera por el apoyo decidido de la OIM y otras organizaciones.

 

“La OIM es el bracito de la ONU para atención a población migrante, tienen una participación muy importante acá en el Hogar de Paso. Son unos cooperantes muy fuertes. Nos ayudan en general. Nos apoyan en temas de financiación para el servicio de alojamiento, alimentación, en temas de salud, transporte y otras necesidades propias de este tipo de labor social”, nos dice la coordinadora del Hogar.

 

Integrar la experiencia de OIM en el trabajo que desarrolla el Secretariado de Pastoral Social de la Diócesis de Palmira ha sido fundamental, ya que mediante ello se ha logrado importantes sinergias que han facilitado obtención de resultados, así como el poder contar con la capacidad instalada encaminada a la atención de esta población vulnerable que requiere de todo nuestro apoyo y solidaridad. 

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Durante tres días la población migrante del municipio de Palmira será beneficiaria de la jornada de salud que adelanta Americares, organización que ofrece sus servicios de manera gratuita a esta población vulnerable.

 

La jornada se desarrollará del 19 al 21 de este mes en las instalaciones del Hogar de Paso “Papa Francisco” de la Diócesis de Palmira, y el cual dirige la el Secretariado de Pastoral Social de este municipio.

 

Ellos nos ofrecen mensualmente una jornada. Para este mes fue planificada por tres días (lunes, martes y miércoles). Durante esos días, ellos atenderán a toda la población migrante que se ha inscrito para recibir consulta médica, psicológica, también se entrega medicamentos y se ordenan exámenes que cubre Americares", indicó Carmenza Cuenca, coordinadora del Hogar de Paso.



Americares hace parte de uno de los socios estratégicos que apoyan el proceso de atención a población migrante en el Hogar de Paso, personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad.

 

“La Pastoral Social tiene dentro de sus prioridades, a través de este Hogar de Paso, la atención a población migrante. En ese ejercicio contamos con el apoyo de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) de la ONU. Y la mayoría de migrantes que reciben este beneficio son personas que no tienen acceso a un hospital o a otra forma de atención médica”, explicó la coordinadora del Hogar. 

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La Pastoral Social de la Diócesis de Palmira estuvo en el barrio Caminos de Llanogrande de Palmira (Valle del Cauca), acompañando el proceso de la Asociación Madres de Vida, mujeres organizadas que sacan adelante a sus familias y comunidad, y que comparten una problemática en común: sus hijas e hijos afrontan alguna situación de discapacidad y enfermedades huérfanas. Barristas del América de Calitambién nos acompañaron.

 

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