En Memoria y Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado

Desde el 09 de abril del año 2011 se conmemora en Colombia el “Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas del Conflicto Armado”, este año esa conmemoración está enmarcada en la implementación del acuerdo de paz firmado entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de las FARC.

El conflicto armado ha dejado en Colombia gran número de víctimas, a 2014, la Unidad de Víctimas registraba un número de 6 millones de personas afectadas a partir de 1984, cifra que por fuerte que parezca no refleja la realidad de miles de historias individuales y colectivas que padecieron las consecuencias de esta guerra.

Este año el Secretariado de Pastoral Social de la Diócesis de Palmira a través del programa “Fortalesciendo, se une con las alcaldías y la mesa de víctimas de los municipios de Pradera y Florida y la iniciativa “Manos a la Paz” del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD para conmemorar esta importante fecha.


El 07 de abril en la plaza central del municipio de Florida se llevó a cabo un homenaje a las víctimas que ha dejado el conflicto en el municipio: indígenas, campesinos, afrodescendientes y habitantes del casco urbano se dieron cita para hacer parte de este homenaje, en el que, a través de charlas, música y la realización de un mural se hizo un reconocimiento a las víctimas que ha dejado la guerra.


El 08 de abril se realizó el homenaje a las víctimas de la guerra en el polideportivo del barrio Altos de la Pradera, del municipio de Pradera, este escenario fue escogido por ser una urbanización en la que habitan victimas de desplazamiento, allí a través de charlas,  un acto simbólico, la entrega de menciones en reconocimiento a quienes lideran la organización de las víctimas en el municipio, un acto cultural y la realización de un mural se hizo un reconocimiento a quienes han padecido las consecuencias del conflicto armado en el municipio.


En el momento actual es muy importante reconocer y rendir homenaje a millones de personas que han padecido los horrores de la guerra que por décadas ha azotado al territorio nacional, en un contexto de esperanza y de construcción de paz se siguen planteando inmensos desafíos para no permitir que actos de victimización se repitan en Colombia.